El miedo asociado con obligación que tantas veces me suena a aniquilación aunque aprendí que si se trata de un sueño de todos modos seguiré luchando sabe tan distinto a los demás temores que pudieran cruzarse en mi camino.
Por momentos presiento que ese cristal que tanto atesoro se oculta tras un inmenso bosque que. Quizás sin darme cuenta, yo misma construí, entonces me pongo triste, me quedo paralizada, pero en lugar de permanecer expectante hago aflorar la tenacidad, arma que antes desconocía y que hoy por hoy se ha convertido en mi aliada cuando la salida más fácil y evidente parece escapar.
Tal vez porque aprendí que no se puede escapar de uno mismo y que tantas veces ciertas elecciones que algunas vez creímos convenientes en verdad no lo son y ahí todo se confunde y debemos considerar dos opciones: ¿corazón o capricho?.
La verdad no recuerdo cuál fue el instante preciso en que empecé a ver "la vida" como una batalla, a lo mejor cuando me aburrí o me harté de tantos "no puedo" y entendí que todo llega aunque a veces debamos esforzarnos bastante por conseguirlo.
De tanto vagar de extremo en extremo voy sacando conclusiones extrañas, muchas de ellas me hacen sentir que un poquito crecí, eso me da una cierta tranquilidad aunque mi cabeza nunca descansa sobretodo cuando me propuse aproximarme un poco al equilibrio y mientras tanto seguir investigando dentro de mí.
El mundo sigue girando y yo con la mirada fija en mis apuntes de patología, esta vez no quiero perderme nada, pelearé hasta donde pueda, ojalá todo termine con sonrisas pero sino la próxima será, ahora sé que "puedo".
Gracias de nuevo a todas esas personitas que con un poquito de su luz mitigan mis dolorcitos y llenan mi existencia de color y gracias también a todos aquellos que se fueron con toda su miseria y sus pocas ganas de "ser" porque lejos de dejar un vacío me obligaron a ser un poquito más fuerte...
A vos, dondequiera que estés, te sigo esperando muchachito!
Besos y más que nunca a BRILLAR!
